top of page

VIAJAR SOLA O NO VIAJAR

  • Foto del escritor: nrdlr23
    nrdlr23
  • 27 sept 2017
  • 4 Min. de lectura

Había viajado a diferentes lugares siempre con una compañía, con una pareja o con amigas; mis primeros viajes fueron en familia, siempre estaba alguien conocido en mis viajes. Viajar con alguien me hacía tener una sensación de más seguridad, compartir momentos, conversaciones, tours, fotografías, comidas, travesuras, siempre habría alguien ahí para mí. Se dice que no te aburrirás, que siempre tendrás alguien con quien hablar, pero no es cierto del todo, porque a veces disfrutas de tu soledad, en compañía.

No había pensado nunca en viajar sola, hasta que llegó el momento. Me cancelaron a última hora pero aún asi yo, quería viajar, eran mis vacaciones, y por costumbre salgo de viajo, es por ello que me encontraba en un gran dilema: “Viajar sola o no viajar”.

No he temido estar sola, de hecho he vivido sola, y se manejarme sin problemas. Sin embargo, esto sería una experiencia distinta, era salir de mi entorno, volar miles de kilómetros y… vivir. Había algo de temor dentro de mí y muchas preguntas en mi cabeza.

Mi familia, no se sorprendió del todo cuando les dije que viajaría sola, solo me decían “cuídate”, me conocen y saben que me gusta el riesgo y que soy capaz de hacerlo. Otras personas, si me decían “¿y no tienes miedo?”. En efecto, había un pequeño temor dentro de mí por todos esos riesgos que podía pasar, pero al final sabía que tener miedo era normal y no por ello, iba a dejar de hacer lo que más me gusta, viajar.

Pase varios días leyendo testimonios de chicas viajando sola, visualizándome en diferentes situaciones, había un pequeño temor dentro de mí, pero la verdad, luego de leer tantas experiencias, sabía que Yo, podía hacer lo mismo que ellas. Aumentó mis ganas de viajar y esta vez sin compañía.

El país a donde viajaría ya lo conocía, de hecho eso era un punto a mi favor, por lo que recordaba las calles, a donde podría ir, tenía reserva del hotel y me recogerían en el aeropuerto; pero aun así, no conocía a nadie, me llenaba de adrenalina mentalizarme que me desplazaría por esa ciudad… sola!.

Inicie mi trabajo “mentalizarme”; fuera miedo, yo ya me veía, sola en una isla disfrutando de mi momento.

Y aquí inicio mi travesía, llego el día del viaje, tenía que dominar mis temores, pero créanme, que aún tenía miedo, ese miedo que me hacía dudar si subir o no a ese avión, ese miedo que me hizo soñar cosas feas de mi viaje, ese miedo que quería ganarme pero no, yo era más fuerte, mis ganas, mis deseos de viajar, mi mente era más fuerte.

Y así fue, sellaron mi pasaporte de salida, subí al avión, con una sonrisa de satisfacción, por mí. No podía creer que estaba a punto de despegar y experimentar mi primer viaje sola. Dormí todo el vuelo. Al llegar y pasar migraciones, ahí recién sentí el temor, ahí recién me vi con gente extraña a mi alrededor, estaba muy lejos de casa, yo en la cola para sellar mi ingreso, apretaba bien fuerte mi pasaporte, y me decía: ¿y ahora qué?.

Luego de hacerme varias preguntas y una de ellas fue: ¿viaja sola?, sellaron mi pasaporte y seguí con mi maleta de ruedas, una gran sonrisa, cero miedo hacia la salida del aeropuerto.

Cuando llegue al hotel me eche en la cama, y sentí una sensación nueva, no paraba de reír, porque hasta hace unos días tenía temor y hasta en cancelar el viaje había pensado; y hoy estaba ahí, en mi primer viaje sola.

Conocía algunos lugares, y otros recién visitaba, fui de compras, cené sola en un restaurante, corrí por el malecón, caminé por el centro de la ciudad, me saque muchos selfies, me hice amiga de la recepcionista, bebí una cerveza en la terraza del hotel mirando las estrellas, conocí gente de otros países… pero aún me faltaba algo... Sí, eso mismo que había mentalizado antes de viajar: “sola en una isla disfrutando de mi momento”.

Averigüe sobre alguna isla que no conocía, la recepcionista me informó, y al día siguiente muy temprano, me fui hacia la isla. Viaje en un yate con poca gente, todos acompañados, a mi lado se sentó una familia colombiana muy divertida, terminamos siendo amigos y me adoptaron durante el viaje, riéndonos de las ocurrencias del abuelo. Llegamos a la isla, y empecé a disfrutarla.

Y ahí estaba yo… la mujer más feliz, para mí, había conquistado el mundo, créanme disfrute tanto de esas horas: mar, sol y un hermoso paisaje.

Meditando en la isla, era yo conmigo misma.

Ahora puedo decir que viajar sola es increíble, es maravilloso, te conoces más, te escuchas a ti misma, solo eres tú y tú, es tu momento. Meditas, te sientes orgullosa de ti, no hay más temores, te vuelves más cuidadosa, confías más en ti, te sorprendes de estar ahí, sola y en una isla disfrutando de ti misma, porque es tu momento. Es una experiencia única y debes hacerlo por lo menos una vez en tu vida.

Y tu aceptas viajar sola?

 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
  • b-facebook
  • Instagram Black Round
bottom of page